La técnica consiste en realizar la infiltración intraósea de plasma rico en plaquetas (PRP) dentro del hueso subcondral, que se encuentra afectado en la artrosis.
De esta manera se amplia la utilidad del PRP, no solo a nivel intraarticular como ya se viene utilizando desde hace años, sino también a nivel intraoseo lo que le permite actuar directamente sobre el hueso subcondral, que está implicado en la progresión de la artrosis. Así, esta técnica implica una nueva forma de administración de PRP que puede retrasar la artroplastia (prótesis) de rodilla.
Por otra parte, se puede aplicar no sólo para la artrosis avanzada grave,sino también en otras patologías en las que el hueso subcondral es muy importante en su origen, tales como lesiones de necrosis y y las lesiones osteocondrales.
La infiltración intraósea mejora la comunicación entre el cartílago y el hueso subcondral de tal manera que el PRP alcanza las capas más profundas del cartílago.
Además, la infiltración de PRP directamente en el hueso subcondral actua en este tejido y en las células madre mesenquimales presentes en el permitiendo que se mantegan esas células en la matriz formada por el PRP y de esta manera modulan el proceso de reparación del hueso subcondral, lo cual tiene un efecto directo en la detención de la progresión de la artrosis.