La importancia del envejecimiento activo

Los objetivos del envejecimiento activo son lograr el máximo de salud, bienestar, calidad de vida y desarrollo social de los adultos mayores, considerando su potencial físico e intelectual, así como las oportunidades que les brinda la sociedad.

En este contexto, cabe destacar que las políticas de salud son determinantes para la atención a los ancianos; pero lamentablemente en España no se le da la importancia necesaria y prevalece el enfoque del envejecimiento pasivo, lo que propicia grandes gastos en medicamentos y atención hospitalaria.

Los aspectos positivos del envejecimiento activo en las personas de edad avanzada son los siguientes:

  • Mayor contacto social y percepción de bienestar.
  • Posibilidad de mejorar sus ingresos económicos mediante proyectos productivos.
  • Prevención y control de enfermedades crónicas.
  • Conservación, extensión y recuperación de la funcionalidad física, mental y social.
  • Incremento del desarrollo psicosocial.
  • Mejoramiento de la autoestima, calidad de vida y bienestar.

En el envejecimiento activo una de las claves fundamentales es la salud músculo-esquelética de nuestro cuerpo.

Y en la promoción de la salud musculo-esquelética es donde nosotros podemos actuar. Aunque parezca que solo tratamos articulaciones, la parte más física, contribuimos también para que el adulto mayor mantenga activas sus relaciones sociales, y despiertas su mente y motivaciones.

 

¿Cuales son las claves para conseguir una calidad de vida articular?

1. Ejercicio físico y movilidad articular diaria

El ejercicio físico es aquella actividad física que mejora y mantiene la actitud física, la salud y el bienestar de la persona. Esto lo podemos traducir con una actividad aeróbica como un paseo a ritmo medio-alto, una actividad de bicicleta o elíptica, e incluso natación. Realizar alguna de esta actividades de forma diaria durante un tiempo recomendable de 30-40 minutos. Es importante, al igual, el fortalecimiento de nuestra musculatura mediante ejercicios de fuerza o gimnasia de mantenimiento.

Las actividades tipo pilates, yoga o tai-chi son actividades muy completas que combinan los estiramientos y movilidad articular con la tonificación y fortalecimiento muscular.

Lo más importante a la hora de elegir el ejercicio físico es poder elegir aquel en el que estemos a gusto y nos aporte una satisfacción final tras el ejercicio.

 

Ejercicio físico adaptado a las capacidades y a los gustos

 

2. ¡Ojo a la actividad de impacto!

Cuando hablamos de la actividad de impacto estamos hablando de actividades en las que las articulaciones sufren golpeteos. Ejercicios como correr, saltar o bajar escaleras son perjudiciales para nuestras articulaciones, más acentuado en personas con musculatura atrofiada o sin una tonificación correcta.

Con ello no prohibimos estos tipos de actividad, todo lo contrario, son beneficiosas siempre y cuando exista una prepración muscular previa y fortalecimiento articular.

Por lo tanto, prudencia con este tipo de actividades si las realizamos con la musculatura atrofiada y sin previo entrenamiento.

La figura de los preparadores físicos es importante en este aspecto. Ellos nos guían y aconsejan los mejores ejercicios o actividades a realizar con enfoque preventivo y terapéutico de las patologías articulares.

 

El impacto de las escaleras o cuestas

 

3. Evitar el sobrepeso u obesidad

Cuando ganamos más kilos las articulaciones cargan con más peso, y por tanto, se deterioran a mayor velocidad. Las lesiones más habituales en las articulaciones que sufren exceso de peso son degeneración del cartílago, lesiones de estructuras de amortiguación como los meniscos, fracturas y edemas óseos.

Nosotros siempre ponemos el ejemplo de aquel coche que lleva sobrepeso  y sus ruedas se desgastan antes, al igual pasa con nuestras articulaciones.

 

A mayor obesidad mayor sufrimiento articular

 

4. Alimentación equilibrada y saludable

La alimentación es fundamental para mantener nuestro peso ideal y además aportar una serie de nutrientes necesarios para nuestras articulaciones.

Los nutrientes que destaca de forma especial son las vitaminas D y C, y algunos minerales (calcio, fósforo, magnesio, silicio, azufre).

  • Vitaminas D y C: La vitamina C estimula la producción de colágeno, y la vitamina D participa en la formación de proteinas que contribuyen a la protección y crecimiento de células del cartílago articular.
  • Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se ha de mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”.
  • Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. “Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea”.
  • Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.
  • Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.

Con la guía de un especialista en nutrición podremos ajustar de forma individualizada una dieta a nuestras necesidades y además nos educarán en la alimentación equilibrada y saludable.

La rueda de la nutrición saludable

 

Suplementos para las articulaciones ¿Mito o verdad? 

En estos últimos años todos hemos oido hablar de los suplementos de «cartílago de tiburón», el magnesio, la glucosamina, el omega 3… pero en realidad, ¿Regeneran el cartílago de las articulaciones? ¿frena el desgaste de las articulaciones?

Una revisión de artículos científicos que realizamos en 2017, no nos aportó evidencia científica de que la utilización de estos suplementos contribuyese en la mejora de pacientes con artrosis. Los suplementos para las articulaciones por Marta Jiménez Muro y Gonzalo Mora Gasque (Instituto de Traumatología y Medicina Regenerativa) no concluyó que ningún suplemento tuviera la capacidad directa y clara de disminuir la inflamación ni el dolor en la artrosis, que se regenerase o recuperase el cartílago articular, ni se ampliase el espacio intrarticular.

 

Las dificultades  que se obtuvieron en el estudio fueron la falta de colaboración por parte de las farmacéuticas respecto a los suplementos alimenticios para las articulaciones que comercializan, la poca cantidad de estudios científicos realizamos al respecto, de los cuales algunos se encuentran sesgados por la industria farmacéutica o simplemente ser contradictorios.

Por lo que, cuando nos planteamos la pregunta de ¿mito o realidad? lo que sí sabemos contestar con total seguridad es que no es dañino para el organismo y por tanto su uso en ocasiones solo puede afectar económicamente al bolsilllo.

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