El hilo conductor  que subyace detrás de toda la investigación sobre células madre es la esperanza de que las células madre puedan algún día ser capaces de fabricar tejidos maduros normales para reemplazar las piezas desgastadas o lesionadas en nuestro cuerpo.

 

TERAPIAS CELULARES-CELULAS MADRELos esfuerzos para avanzar en la investigación con células madre embrionarias están estancadas por una variedad de razones, no solo de tipo ético y moral sino también de tipo biológico ya que son más difíciles de controlar y producen la formación de tumores .

La mayor esperanza está puesta en la aplicación de células madre autólogas , es decir, procedentes del propio paciente.

Estas células han abierto un nuevo campo en los tratamientos de la medicina regenerativa. Y cada vez son más los datos obtenidos sobre la utilidad de esta forma de tratamiento, en particular en los trastornos relacionados con los tejidos blandos  del sistema musculo-esquelético  (ligamentos, tendones) y en el cartílago.

Aunque las células madre están presentes en prácticamente todos los tipos de tejido, la fuente de células madre autólogas más frecuente suele ser la médula ósea o la grasa. Una vez realizada la extracción de médula ósea (aspirado medular) o de la grasa (lipoaspirado), mediante procesos de centrifugación y selección de células se concentran las células madre de los pacientes que serán utilizadas para el tratamiento.

El rendimiento de un procedimiento con células madre no consiste simplemente en la inyección de células madre en una articulación enferma. Es crítico localizar bien donde se encuentra el área del daño articular. Esta ubicación se lleva a cabo utilizando una combinación de técnicas de imagen como radiografías simples, la resonancia magnética y la ecografía.

La razón de la importancia de localizar la zona enferma es que la parte inicial de un procedimiento del tratamiento con células madre autólogas implica la inducción de la lesión aguda sobre la zona afectada. Esta lesión aguda, realizado con instrumentos especiales, es lo que inicia la inflamación en el área de interés y es el primer paso en la cascada de curación.

Una vez realizada la lesión sobre la zona afectada se introducen las células madre y los factores de crecimiento (procedentes del PRP (Plasma Rico en Plaquetas)) en el área de la lesión donde se inicia el proceso de curación.

Si el Santo Grial de la medicina regenerativa se puede lograr, que es la regeneración de cartílago con un  funcionamiento normal, es muy posible que la terapia de reemplazo de las articulaciones (prótesis) pudiera ser pospuesta indefinidamente.

Hay una serie de preguntas que aún necesitan ser contestadas, tanto desde el punto de vista técnico como biológico. ¿Cuál es la calidad del tejido conectivo y del cartílago creado? ¿Es lo suficientemente fuerte como para soportar las cargas que precisan soportar las articulaciones? ¿Cuál es el grado máximo de artrosis que puede ser tratado con estas técnicas de medicina regenerativa?

A día de hoy (año 2016) los resultados nos indican que si existe la capacidad de dilatar en el tiempo la necesidad de una eventual prótesis articular. Si esto puede mantenerse de forma indefinida o no, el tiempo y el seguimiento de estos pacientes nos lo indicará. Pero la puerta a una esperanza muy razonable ya está abierta.

 

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