Lesiones más frecuentes tratadas con Proloterapia
La Proloterapia es una terapia regenerativa que se utiliza para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas. La utilización de la dextrosa como sustancia irritante para los tejidos genera una herida provocando un nuevo proceso de cicatrización.
¡Así ponemos en marcha la regeneración de los tejidos y la estimulación de creación de nuevas fibras de colágeno!
1. Esguince de Rodilla
El esguince de rodilla es una lesión muy frecuente que puede provocar dolor, inflamación y limitación del movimiento de forma inicial. En el mecanismo de esguince se provoca un estiramiento de los ligamentos de la rodilla y se pone en marcha el proceso de curación natural mediante una inflamación inicial.
A los ligamentos les llega poca sangre, y la capacidad de que se recuperen o cicatricen como los originales no es real. Cuantos más esguinces de repetición sufres más flojos quedan tus ligamentos.
En una rodilla que ha sufrido un esguince, si perduran las molestias y limitaciones en esfuerzos una vez pasados los 2-3 meses, debes revisar tu caso con un especialista, puede que los ligamentos no hayan curado bien.
Un esguince mal curado favorece un deterioro articular progresivo hasta llegar a la artrosis
La Proloterapia se utiliza para fortalecer los ligamentos debilitados y estimular la creación de colágeno que favorece la regeneración de los tejidos afectados. Al inyectar soluciones irritantes en la zona lesionada, se promueve la formación de nuevo tejido conectivo, lo que mejora la estabilidad de la rodilla y acelera la recuperación.
2. Esguince de tobillo
Los esguinces de tobillo son lesiones comunes que ocurren cuando los ligamentos que rodean el tobillo se estiran o desgarran.
Un esguince o distensión ocurre cuando un ligamento se estira debido a una fuerza excesiva o movimientos bruscos. Comúnmente se asocia con lesiones en las articulaciones, como los tobillos, las rodillas y las muñecas. Estas son algunas características clave de los esguinces:
De forma habitual, el mecanismo de estiramiento produce microlesiones en las fibras ligamentosas. En ocasiones las distensiones agudas pueden cicatrizar por sí solas. Sólo en caso de que persistan las molestias pasadas unas 8 semanas desde la lesión se debe valorar la situación por un especialista.
Es importante descansar la articulación afectada durante los primeros días, aplicar hielo, comprimir el área con un vendaje y elevarla para reducir la hinchazón. Es habitual asociar movilización precoz y terapia física con ejercicios de rehabilitación para una recuperación completa.
Es importante conocer, que si tras 8 semanas las molestias no cesan ni disminuyen, es recomendable ser visto por un especialista, ya que el esguince puede estar mal curado.
La Proloterapia se utiliza para fortalecer los ligamentos afectados y promover la cicatrización de los tejidos dañados. Al mejorar la estabilidad y la fuerza de los ligamentos, la proloterapia ayuda a reducir el dolor, la inflamación y a restaurar la funcionalidad normal del tobillo.
3. Dolor lumbar crónico
El dolor lumbar crónico es una condición debilitante que afecta a muchas personas. Se trata de la primera causa de baja laboral en España.
La columna lumbar es una estructura de engranajes compleja protegida por una gran cantidad de ligamentos. Cuando las estructuras de la zona lumbar se deterioran (protusión discal, hernia discal, escoliosis, lordosis…) los ligamentos se ven afectados. Al perder la tensión óptima la espalda comienza a sobrecargarse y deteriorarse con más velocidad transformándose en dolor permanente, limitación de movilidad y episodios agudos invalidantes de lumbalgia.
La Proloterapia se ha mostrado eficaz en el tratamiento del dolor lumbar crónico al fortalecer los ligamentos debilitados en la zona afectada. Al estimular la regeneración de los tejidos, la proloterapia ayuda a aliviar el dolor y mejorar la función de la columna lumbar, permitiendo a los pacientes recuperar su calidad de vida.
