El síndrome del túnel carpiano (STC) es la afectación nerviosa por atrapamiento de nervio periférico más común de la muñeca, y afecta al nervio mediano.
El STC causa inflamación de los tendones que atraviesan el túnel, incluyendo el flexor largo del pulgar y los flexores superficiales y profundos. La inflamación de dichos tendones frecuentemente produce un aumento de la presión intracarpiana (dentro del túnel del carpo) que provoca una compresión adicional del nervio mediano.
Se sabe que una compresión mantenida del nervio mediano dentro del túnel carpiano contribuye a una serie de sintomatología nerviosa como entumecimiento, hormigueo, dolor o sensación de ardor en los dedos inervados por el nervio mediano (1º dedo, 2º dedo, 3º dedo y parte 4º). En los casos más avanzados se producen parestesias o adormecimiento de predominio nocturno.
Además de la sintomatología típica es aconsejable poder realizar un estudio electrofisiológico de cómo funcionan los nervios, para saber el grado de afectación del mismo. Pueden distinguirse tres clases de compresión:
- Compresión leve
- Compresión moderada
- Compresión grave o severa
Tratamientos
Los tratamientos para el STC van desde estrategias conservadoras (medicación, férula nocturna, inyecciones de corticoides y fisioterapia) hasta la descompresión quirúrgica del nervio mediano.
A pesar de la disponibilidad de terapias conservadoras, su eficacia suele ser baja o de corta duración. Un estudio reveló que aproximadamente entre el 60% y el 70% de los pacientes con STC que se sometieron a tratamiento conservador todavía tenía síntomas después de 18 meses de seguimiento. Por otra parte, un estudio más reciente ha demostrado que la tasa de fracaso del tratamiento de la férula de muñeca alcanzaba un 69% después de 12 meses de seguimiento.
Aunque la intervención quirúrgica es más eficaz que el tratamiento conservador, se recomiendan terapias conservadoras para el síndrome del túnel carpiano de leve a moderado. El tratamiento quirúrgico se sugiere para STC grave o pacientes con mala respuesta a tratamientos conservadores, ya que la tasa de fracaso de la cirugía oscila entre 7-75% (6, 7). Por tanto, es importante explorar y desarrollar otras opciones de tratamiento no quirúrgico para el STC.
La alternativa no quirúrgica al síndrome del túnel del carpo leve o moderado
Recientemente, la evidencia creciente ha revelado los efectos beneficiosos del plasma rico en plaquetas (PRP) sobre la regeneración nerviosa periférica y la recuperación neurológica del nervio afecto.
El tratamiento mínimamente invasivo, de forma habitual, se realiza en una primera sesión mediante la liberación del nervio mediano. Guiados con el ecógrafo se introduce en el interior del túnel del carpo un volumen grande de dextrosa en baja concentración, provocando un aumento del diámetro del túnel y por tanto una liberación de la compresión.
En una segunda, y en ocasiones una tercera sesión, se realiza la aplicación de plasma rico en plaquetas a nivel perineural (en la vaina que cubre el nervio) y dentro del nervio con la finalidad de regenerar la estructura nerviosa afectada por la compresión, y eliminar el dolor, los hormigueos y otros síntomas neuríticos.
Los resultados del tratamiento, en cuanto a los síntomas, se notan rápidamente, a los pocos días o semanas.
Los síntomas que van desapareciendo en primer lugar son los hormigueos de la mano y el desagradable dolor que despierta al paciente por la noche.