Los tendones son estructuras compuestas en su mayoría por fibras de colágeno tipo 1 y elementos celulares, rodeados por una matriz extracelular rica en proteoglicano y aminoglicanos (favoreciendo la lubricación, evitando la fricción y protegiendo de las fibras de colágeno). El tendón lo componen fascículos envueltos por endotendón que a su vez es envuelto por el peritendón.
El tendón une el músculo al hueso. La unión de músculo y tendón se llama unión miotendinosa y la unión que une tendón y hueso se llama entesis. Su función principal es el de transmitir las fuerzas generadas por el músculo al hueso para generar movimientos.
El tendón es un tejido con una alta demanda metabólica y de nutrientes, pero los tendones habitualmente no están muy vascularizados (pocos vasos sanguíneos y por tanto poco aporte de nutrientes) y generalmente tienen menor capacidad de cicatrización espontánea cuando sufren una lesión o tendinopatía.
Su estructura nerviosa está formada por pequeños fascículos nerviosos de nervios cutáneos y por los músculos adyacentes. Siendo que en ocasiones suelen ser más dolorosas una tendinitis o tendinosis que una rotura parcial del tendón.
Tendinitis
En la tendinitis, como bien señala la terminación en latín «-itis» que determina inflamación, existe una inflamación de las estructuras tendinosas.
Cuando existe una tendinitis el cuerpo pone en marcha un mecanismo de regeneración natural aumentando el dolor en la zona como señal de alarma y aumentando el riego sanguíneo de la zona. Por ello vemos que existe un enrojecimiento y aumento de calor local que acompañan a la inflamación. Éste es el proceso natural del cuerpo para regenerar las lesiones o daños.
Existe un concepto erróneo de tratar la inflamación con medicación antiinflamatoria, frío local o hielo y reposo. Con ello se realiza una acción completamente contraria al efecto natural del cuerpo de regenerar los tejidos dañados.
Habitualmente la tendinitis es una lesión aguda, cuando una lesión de tendinitis supera las 6-8 semanas se considera tendinosis.
Tendinosis
La tendinosis es considerada una lesión degenerativa del tendón. No existe una inflamación aislada sino que hay ya focos de degeneración en las fibras tendinosas.
Cuando existe una tendinosis el proceso de regeneración natural del cuerpo es insuficiente. Como bien hemos comentado anteriormente, los tendones están poco vascularizados y su capacidad de regeneración es limitada. Por ello, ante una tendinosis lo adecuado será crear una estimulación inicial en la zona de lesión para crear un nuevo proceso de regeneración, cicatrización y curación.
Habitualmente es una lesión de larga evolución pudiendo progresar hacia una calcificación e incluso necrosis.
Mecanismos de lesión
Los mecanísmos más habituales de lesion de los tendones son:
- Sobreuso o fatiga. Es un mecanismo de larga evolución, se produce por la realización de movimientos repetitivos sin necesidad de soportar grandes fuerzas. El ejemplo más sencillo es lo que ocurre con un alambre el cual doblamos 100 veces por el mismo sitio, el cual se deteriora y pierde la resistencia inicial.
- Tensión miotendinosa aumentada en un momento puntual o lo que consideramos un tirón. Es un mecanismo en el que se produce un aumento puntual de fuerza y tensión estructural provocando una alteración en esa estructura.
- Traumatismo directo o indirecto sobre la estructura tendinosa. El traumatismo directo en la estructura tendinosa o el traumatismo indirecto que produce un aumento de tensión en el tendón son causas habituales de lesiones de los tendones.
Tratamientos
El correcto diagnóstico de la lesión tendinosa va a resultar clave para su correcto tratamiento.
Hoy en día tenemos a nuestro alcance medios diagnósticos que nos facilitan el mejor tratamiento de las lesiones. El ecógrafo en las lesiones tendinosas es importantísimo. Nos ayuda a poder localizar de forma exacta la lesión y así poder actuar sobre ella.
Tratamiento de la Tendinitis
Como bien hemos hablado antes, debemos favorecer el mecanismo natural del cuerpo para la regeneración de lesiones. Es decir, debemos favorecer el mecanismo de inflamación mediante:
- Medicación analgésica o para el dolor
- Tratamiento fisioterapeútico no invasivo
- Calor local
Tratamiento de la Tendinosis
Cuando se presenta una tendinosis, es decir un cambio estructural de las fibras, la finalidad del tratamiento es la estimulación o creación de nueva herida para favorecer un nuevo proceso de cicatrización. Son tratamientos mínimamente invasivos guiados en muchas ocasiones por ecografía o radiología, con la finalizar de crear un sangrado o irritación local
- Electrolisis percutánea Intratisular o EPI ®. Es una técnica que produce una destrucción del tejido degradado a tiempo real mediante electrocoagulación (o microquemadura), aumentando la regeneración y favoreciendo una respuesta inflamatoria adecuada, facilitando el proceso de recuperación. Habitualmente se realiza con control ecográfico.
- Proloterapia. Es una técnica en la que se utiliza la Dextrosa como sustancia proliferante, promoviendo una inflamación local, y poniendo en marcha el proceso de regeneración natural del cuerpo.
- Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o Factores de Crecimiento. Es una técnica en la que se realiza una creación de una nueva herida mediante técnica percutánea y mínimamente invasiva con control ecográfico, promoviendo un nuevo proceso de inflamación y aportándole factores de crecimiento en la lesión para un aporte mayor de nutrientes en la regeneración del tejido dañado.