Un menisco roto es una lesión común que puede limitar las actividades físicas y afectar la calidad de vida. Sin embargo, con el manejo adecuado y la elección correcta de actividades, es posible mantener la movilidad y reducir el dolor. En este artículo, exploramos qué actividades se pueden realizar con un menisco roto y cuáles deben evitarse para prevenir un daño mayor.

Actividades Recomendadas

Cuando se tiene un menisco roto, es importante enfocarse en actividades que no ejerzan demasiada presión sobre estas almohadillas de la rodilla que son los meniscos, y que promuevan la movilidad sin causar dolor. Aquí hay algunas actividades recomendadas:

1. Caminar

Caminar es una excelente forma de mantenerse activo sin poner demasiada presión sobre la rodilla. Es importante mantener un ritmo moderado y evitar terrenos irregulares para minimizar el riesgo de torceduras.

2. Nadar

La natación es una actividad de bajo impacto que permite trabajar los músculos sin estresar las articulaciones. El agua proporciona resistencia suave, lo que ayuda a fortalecer los músculos alrededor de la rodilla.

3. Ciclismo

El ciclismo en una bicicleta estática o en exteriores, siempre y cuando se realice en un terreno plano, puede ser beneficioso. Esta actividad ayuda a mantener la movilidad de la rodilla y fortalecer los músculos sin el impacto que tiene correr.

4. Yoga

El yoga suave y controlado puede mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos de soporte alrededor de la rodilla. Es importante evitar las posturas que ejerzan una presión excesiva sobre la rodilla lesionada.

5. Ejercicios de Fisioterapia

Los ejercicios diseñados por un fisioterapeuta, como los de fortalecimiento del cuádriceps y estiramientos específicos, son cruciales para la recuperación. Estos ejercicios ayudan a mantener la estabilidad y función de la rodilla.

Actividades Prohibidas o Menos Recomendables

Existen ciertas actividades que pueden empeorar un menisco roto y deben evitarse para prevenir un daño adicional y prolongar el proceso de recuperación. Aquí hay algunas actividades menos recomendables:

1. Correr

Correr, especialmente en superficies duras, ejerce un impacto significativo sobre las rodillas y puede agravar un menisco roto. Es mejor optar por actividades de bajo impacto.

2. Deportes de Alto Impacto

Deportes como el fútbol, baloncesto y tenis, que implican movimientos bruscos, giros rápidos y saltos, deben evitarse ya que pueden aumentar el riesgo de empeorar la lesión.

3. Ejercicios de Alta Intensidad

Ejercicios que involucren saltos, sentadillas profundas, y levantamiento de pesas pesadas pueden poner demasiada presión en la rodilla y agravar la lesión.

4. Subir y Bajar Escaleras Repetidamente

Aunque el uso moderado de escaleras no está completamente prohibido, es recomendable limitar la cantidad de veces que se suben y bajan escaleras para evitar el estrés adicional en la rodilla.

5. Posturas Forzadas

Evitar posturas que requieran una flexión profunda de la rodilla, como sentarse en cuclillas por períodos prolongados, ya que estas posiciones pueden exacerbar el dolor y la lesión.

Es importante tener en cuenta que la realización de una u otra actividad dependerá de las molestias o el dolor que provoque. Si no genera dolor se puede realizar, pero si la actividad que indicamos genera dolor se debe evitar. 

El cuerpo es sabio y el dolor es un signo de alarma al cual debemos hacerle caso. El límite está en el dolor y no todas las actividades recomendadas son para todos los casos adecuadas

Temas a tener en cuenta con el menisco roto

Vivir con un menisco roto puede ser manejable si se evitan actividades que exacerban la lesión y se sigue un régimen de ejercicios adecuados. Si bien algunas personas pueden no experimentar dolor significativo y pueden llevar una vida relativamente normal, es crucial prestar atención a cualquier dolor persistente.

Si el dolor persiste durante más de 2-3 meses después de la lesión, es recomendable buscar la valoración de un especialista en rodilla. Existen tratamientos no quirúrgicos, como el plasma rico en plaquetas (PRP) y la proloterapia, que pueden promover la curación y aliviar el dolor. No ignores el dolor continuo; consulta a un especialista para explorar todas las opciones de tratamiento disponibles y mejorar tu calidad de vida.

Comparte o imprime aquí
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola ????
¿En qué podemos ayudarte?