¿Qué es el dolor lumbar crónico?
El dolor lumbar crónico (conocido popularmente como lumbalgia crónica) es el dolor de la zona baja de la espalda que dura más de 6 semanas. Característicamente se incrementa al estar de pie estático durante mucho tiempo, caminar o realizar esfuerzos con el tronco.
Es una alteración que generalmente surge a partir de los 40 años debido a la degeneración de la columna vertebral y es la principal causa de absentismo laboral y uno de los principales motivos de consulta en los servicios de Traumatología y Cirugía Ortopédica.
8 de cada 10 adultos sufren dolor de espalda o lumbalgia en algún momento de su vida, y de ellos el 30% lo padece de forma crónica.
El dolor lumbar puede estar asociado a dolor tipo ciático (irradiado hacia una de las piernas) o presentarse aisladamente. La mayoría de la población presentará o habrá presentado alguna vez en su vida algún episodio de dolor lumbar agudo que ha durado entre unas horas y varios días. Cuando hablamos de dolor lumbar crónico el dolor es persistente y se mantiene durante más de 6 semanas, de forma habitual, con variaciones en la intensidad del dolor y la limitación de la movilidad.
El diagnóstico del dolor lumbar crónico se realiza a partir de la historia clínica y de la exploración física que practica el médico. Es muy importante conocer correctamente la sintomatología que relata el paciente para orientar correctamente el diagnóstico.
Las radiografías simples en proyección AP y Lateral que realizamos son pruebas complementarias y nos permitirán descartar otro tipo de patologías.
¿Cuáles son los síntomas del dolor lumbar crónico?
Los síntomas característicos del dolor lumbar crónico habituales son:
- Las molestias lumbares, sin tratamiento, empeoran progresivamente.
- Dificultad de mantenerse sentado en silla sin respaldo.
- Aumento progresivo de la frecuencia de los episodios.
- Contracturas musculares habituales.
- Aumento del dolor al volver a la posición erguida desde la flexión.
- Historial de bloqueo doloroso durante los movimientos del tronco.
- Dolor durante la actividad de caminar un largo trayecto.
- Síntomas oscilantes, diferentes síntomas en diferentes días.
- Alivio temporal con faja o corsé.
- Empeora el dolor con posturas mantenidas.
¿Cuales son las causas más habituales del dolor lumbar?
La columna lumbar esta compuesta por cuerpos vertebrales unidos entre si por un disco intervertebral en la parte anterior y mediante una pequeñas articulaciones en la parte posterior, llamadas articulaciones facetarias, que están unidas entre sí por ligamentos vertebrales. El movimiento de la columna es muy amplio y está sujeto al amortiguador, que es el disco, y todas las estructuras de sostén adyacentes. Estas estructuras de sostén son los ligamentos y los músculos. Además por el interior de agujero de conjunción en la parte posterior es por donde pasa la médula espinal y salen las raíces nerviosas.
Una estructura muy sofisticada y a la vez muy compleja que permite al tronco movilizarse de maneras múltiples. Y por ello también es el punto débil de muchas dolencias si no tenemos la columna estabilizada.
La causa más frecuente de dolor lumbar es la laxitud de los ligamentos que sujetan a las distintas vértebras ellas. Esta laxitud causa una inestabilidad de las articulaciones y nuestro cuerpo provoca contracturas musculares que intentan estabilizar esas articulaciones. Por tanto la inestabilidad lumbar es la principal causa de dolor.
Los músculos se pueden entrenar y tonificar, pero los ligamentos no. Deben ser tratados y retensados de nuevo para conseguir la estabiliad articular.

Figura 2. Inestabilidad lumbar. Distensión de ligamentos intervertebrales provocada por la disminución del disco intervertebral.
No obstante el dolor lumbar también puede originarse por otras varias causas, siendo las más habituales:
- Radiculopatía o lesión de una raíz nerviosa
- Estenosis degenerativa del canal lumbar
- Hernia de disco
- Espondilolistesis o desplazamiento vertebral

Figura 3. Evolución de la degeneración lumbar
¿Cuales son las alternativas no quirúrgicas de tratamiento del dolor crónico lumbar que realizáis en ITRAMED?
Afortunadamente si existen soluciones, no necesariamente quirúrgicas, que permiten recuperar la estabilidad de dichas articulaciones, y de esa forma eliminar el dolor y el deterioro progresivo.
Existen opciones no quirúrgicas, también en casos avanzados para restaurar la estabilidad de la columna lumbar mediante Terapias Regenerativas.
La proloterapia es un tratamiento no quirúrgico que consiste en la utilización de sustancias proliferantes (principalmente dextrosa) que se inyectan de forma localizada en ligamentos, tendones y articulaciones, y desencadenan una reacción inflamatoria que provoca la formación de nuevas fibras de colágeno que aumentan la resistencia de las estructuras tratadas, y como consecuencia la curación de lesiones crónicas de tendones, ligamentos y de la enfermedad degenerativa articular (artrosis).

Figura 4. Procedimiento de Proloterapia en ligamentos intervertebrales
El objetivo de este tratamiento es, por tanto, el de estimular la proliferación de colágeno a nivel de las uniones ligamento-oseas (las entesis) lo cual promueve la reparación no quirúrgica de los tejidos blandos y el alivio del dolor.
Al igual que en las lesiones deportivas si no ponemos solución a la inestabilidad ligamentaria de base, el círculo no se cierra y al cabo de un tiempo vuelven a aparecer las molestias, o lo que es peor, molestias acompañadas de lesiones añadidas a consecuencia de la inestabilidad articular.