El Síndrome del Túnel Carpiano (STC) es un trastorno que afecta a numerosas personas, caracterizado por dolor, hormigueo y debilidad en la mano y el brazo. Tradicionalmente, la solución ha incluido procedimientos quirúrgicos, especialmente en casos severos. Sin embargo, con los avances en Medicina Regenerativa, ahora existen tratamientos innovadores que ofrecen alternativas menos invasivas para abordar esta condición. Este artículo explora esas opciones, proporcionando esperanza y soluciones prácticas para poder evitar el quirófano.
Comprendiendo el Síndrome del Túnel Carpiano
El Síndrome del Túnel Carpiano ocurre cuando el nervio mediano, que recorre desde el antebrazo hasta la mano a través de un pasaje en la muñeca llamado túnel carpiano, se comprime o se irrita. Esta condición es comúnmente causada por la disminución del espacio dentro del túnel, provocando síntomas como dolor nocturno, sensación de quemazón, hormigueos y dificultades en la ejecución de movimientos finos.
Factores de riesgo y prevención del Túnel Carpiano
Factores como la repetición de movimientos de la muñeca, ciertas posturas durante largos periodos, o condiciones médicas como la diabetes o el hipotiroidismo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar el Síndrome del Túnel Carpiano. La prevención puede incluir medidas ergonómicas, como ajustar la configuración del área de trabajo, realizar pausas activas y ejercicios para fortalecer la muñeca y mejorar la flexibilidad.
Tratamientos no quirúrgicos para el Túnel Carpiano
- Plasma Rico en Plaquetas (PRP): Esta técnica utiliza los factores de crecimiento que las plaquetas liberan para estimular la curación natural del cuerpo. En el contexto del STC, el PRP puede ser particularmente efectivo al reducir la inflamación y promover la regeneración de los tejidos del nervio mediano.
- Neuroproloterapia o terapia perineural: Consiste en la inyección de una solución de dextrosa hipertónica en concentraciones menores al 10% que provocan una respuesta neuromoduladora. Si se realiza la inyección ecoguiada con un alto volumen podemos así mismo, ampliar el túnel por dónde pasan los nervios y disminuir el dolor compresivo.
Casos leves y moderados: soluciones sin cirugía
En los casos leves a moderados, las Terapias Regenerativas ofrecen una solución significativa para evitar la cirugía. Los tratamientos como el PRP se llevan a cabo mediante un procedimiento sencillo en el que se extrae sangre del paciente, se procesa para concentrar las plaquetas, y se inyecta directamente en el área afectada del túnel carpiano. De forma habitual con 1 o 2 sesiones de PRP disminuyen los síntomas y la compresión nerviosa.
En ocasiones, se combina el PRP con procedimientos ecoguiados con neuroproloterapia (neurohidrodisecciones) para ampliar el túnel por dónde pasa el nervio mediano.
Este enfoque no solo es menos invasivo, sino también promete una recuperación más rápida y menos dolorosa en comparación con la cirugía tradicional.
Casos graves: combinando Terapias Regenerativas con cirugía
Para casos más severos donde la cirugía sigue siendo necesaria, el uso complementario de Terapias Regenerativas puede ser un gran aliado. La combinación de PRP durante la cirugía de liberación del nervio mediano no solo ayuda en la cicatrización de la herida quirúrgica, sino que también regenera el nervio y acelera la recuperación. Además de reducir las complicaciones postoperatorias. Esta estrategia puede ser crucial para pacientes que requieren una vuelta rápida a sus actividades diarias.
El tratamiento del Síndrome del Túnel Carpiano está evolucionando con opciones que minimizan la necesidad de cirugía. Desde terapias regenerativas como el PRP hasta técnicas avanzadas como la neuroproloterapia, los pacientes ahora tienen alternativas efectivas para recuperar la funcionalidad sin largos periodos de recuperación quirúrgica.