Las pomadas antiinflamatorias son una opción muy común y accesible para el alivio del dolor. Se aplican sobre la piel y, aunque su acción se limita a la superficie, el simple acto de masajear la zona afectada ya contribuye a una mejoría temporal de la percepción del dolor.

En realidad, la efectividad de las pomadas antiinflamatorias depende de la composición, pues mientras que los AINEs tópicos pueden reducir la inflamación leve, otros componentes como el mentol simplemente generan una sensación de frescura que alivia, pero no cura la inflamación en sí.

Ejemplo para comprender el efecto:

Una persona que usa pomada de diclofenaco en el brazo tras un esfuerzo muscular puede sentir alivio en poco tiempo, ya que el AINE actúa de forma superficial en los músculos. Sin embargo, si la lesión implica una articulación interna como el hombro o la rodilla, es menos probable que la pomada tenga un efecto directo sobre la inflamación o el dolor articular en profundidad.

Diferencia entre el efecto real y el placebo

¿Qué es el efecto placebo?

Cuando un tratamiento, incluso si no tiene una acción farmacológica real en el área afectada, genera mejoría en la percepción de dolor o inflamación, decimos que hay un efecto placebo. Este es muy común en tratamientos tópicos y ocurre debido a que la persona cree en la eficacia de la pomada y, como resultado, experimenta una sensación de alivio.

¿Cuándo ocurre en las pomadas antiinflamatorias?

Las investigaciones sugieren que en casos de dolor leve, el efecto placebo de estas pomadas antiinflamatorias es relevante. Por ejemplo, en molestias causadas por un día largo de actividad física, el simple acto de aplicar la pomada, masajear y sentir el frescor de mentol puede hacer que la persona sienta alivio, aunque la pomada no esté actuando en la inflamación subyacente.

Casos en los que funcionan y casos en los que no efectividad en lesiones musculares superficiales

Cuando la inflamación se encuentra en la capa más superficial de los músculos o tendones, como en un esguince leve de tobillo, las pomadas antiinflamatorias con AINEs pueden ser útiles y reducir la inflamación de forma visible.

Limitación en lesiones profundas o crónicas

En condiciones como la artritis, donde el dolor y la inflamación se encuentran en las capas internas de la articulación, los AINEs tópicos tienen una capacidad limitada de penetración. Por tanto, para la artritis de rodilla, por ejemplo, una pomada antiinflamatoria puede no ser suficiente.

Alternativas en ITRAMED: Medicina Regenerativa

Para pacientes que buscan soluciones duraderas y eficaces, en ITRAMED ofrecemos opciones como el tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP), Proloterapia y Células Madre. Estas alternativas no solo alivian el dolor, sino que también ayudan a regenerar el tejido dañado, promoviendo una recuperación real y no solo temporal.

  • PRP (Plasma Rico en Plaquetas): Se utiliza para regenerar tejido y reducir la inflamación mediante inyecciones en las zonas afectadas.
  • Células madre: Promueven la reparación de cartílago y otros tejidos internos, siendo especialmente útil en el dolor articular.
  • Proloterapia: Un tratamiento inyectable que estimula la curación de tendones y ligamentos, indicado para articulaciones con lesiones crónicas.

En resumen

Las pomadas antiinflamatorias ofrecen un alivio temporal al dolor superficial, especialmente al masajear la zona afectada. Su efectividad depende de la composición: los AINEs tópicos pueden reducir inflamación leve, mientras que el mentol solo brinda una sensación de frescor sin tratar la inflamación. Estas cremas son útiles para molestias superficiales, como esguinces leves, pero en lesiones profundas o crónicas, como la artritis, su acción es limitada. Para un tratamiento más duradero y profundo, ITRAMED ofrece opciones regenerativas como PRP, Proloterapia y Células Madre, que ayudan a reparar el tejido afectado y mejoran la función articular de manera real y no solo temporal.

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